Los peruanos reciben un promedio de 18 llamadas no deseadas al día, según data de Truecaller Insights. A pesar de existir una regulación el país es el segundo más afectado con el spam y ahora el Congreso plantea prohibir que las empresas contraten call centers.
Un proyecto de ley, presentado por la bancada de Fuerza Popular, propone modificar el Código de Protección y Defensa del Consumidor para evitar que las empresas usen los servicios de los call centers o contact centers para la venta de algún producto.
La iniciativa legislativa cambiaría el artículo 58 del código mencionado para establecer a las llamadas spam como una infracción grave, que implicaría una multa de entre 150 y 450 UIT, es decir, de hasta S/ 2,7 millones.
También plantea que los consumidores no reciban ningún tipo de comunicación, sean llamadas, mensajes de texto o correos electrónicos, para servicios de telemercadeo.
«Solo se podrá enviar información a los consumidores que directamente se hayan contactado directamente con el proveedor y den su consentimiento», precisan.
Pese a que las medidas son similares a las que ha establecido el Indecopi, que prohibe la comunicación de call centers solo con clientes que hayan indicado no desear ser parte de estas promociones, solo hasta la mitad del año ya se reportaban más de 12 mil reportes de llamadas spam.
Actualmente las llamadas sin consentimiento ya se consideran como una infracción al Código de Protección al Consumidor y desde el 2019 hasta la mitad del año se habían impuesto unas 42 sanciones de oficio a más de 30 empresas en el país por un monto total de 1,104 UIT.
¿Qué consecuencias tendría esto?
La Asociación peruana de experiencia de cliente (Apexo) advierte que el proyecto de ley que prohibe las ventas por call center pone en riesgo alrededor de 20 mil puestos de trabajo de jóvenes.
Cabe mencionar que antes de la pandemia los call centers contrataban a más de 50 mil personas, de las cuales un 70% eran jóvenes estudiantes.
Pero, ¿qué hacer ante esta problemática? El presidente de Apexo, Guy Fort, asegura que las empresas representadas por el gremio ya están tomando acciones para evitar la carga de llamadas spam y robotizadas.
Fort comentó al diario Gestión que se ha establecido límites de marcación diaria y mensual, no toman campañas en las que no se garantice que las bases de datos son 100% seguras, y han establecido bases para que no se vuelva a llamar a personas que no han dado su consentimiento.
«Esta modalidad de ventas puede irse perfeccionando tal como se viene haciendo en otros países, como por ejemplo, exigir que las empresas registren los números telefónicos desde donde se realizarán las llamadas telefónica e inclusive que aparezca en la pantalla del móvil de consumidor final el nombre de la empresa que lo llama, de manera que tenga la oportunidad de decidir si contesta o no la llamada», dijo al diario.
Para evitar el aumento de reportes por llamadas no deseadas, Fort propone reestablecer la lista de “Gracias No insista”, que estuvo administrada por el Indecopi hasta el 2018.