Las redes sociales tienen un impacto en el bienestar de los adolescentes, algo que ellos y sus padres reconocen, aunque no por igual, ya que los adultos tienden a considerar en mayor medida su influencia negativa sobre la salud mental de sus hijos y estos últimos, incluso, consideran que son más perjudiciales para otros de su misma edad y no tanto para ellos mismos.
El 55 por ciento de los padres reconoce estar “muy preocupado” por la salud mental de los adolescentes, e incluso un 34 por ciento afirma sentir cierta preocupación, frente al 77 por ciento de los menores de entre 13 y 17 años dice estar algo o muy preocupado por este tema.
Efecto negativo, pero en los otros
En general, los adolescentes creen que las redes sociales tienen un efecto más negativo en otras personas de su mismas edad (48%), pero no tanto en ellos mismos (14%). Y al contrario, el 28 por ciento considera que tienen un impacto positivo en ellos mismos, frente al 11 por ciento que reconoce este efecto en los otros.
En lo que respeta a su experiencia, las redes sociales afectan negativamente al descanso (45%) y a la productividad (40%) y ayudan en las relaciones de amistad (30%) y mejoran su confianza (19%).
También destacan aspectos negativos, como que en las redes sociales hay demasiado drama (39%), que sienten presión para publicar contenido que guste (31%), que les dejan fuera de sus amistades (31%); y positivos, como estar conectado con lo que sucede en la vida de sus amigos (74%) o poder mostrar su creatividad (63%).
El 45 por ciento de los adolescentes también cree que pasa demasiado tiempo en redes sociales, una percepción que crece un 27 por ciento desde 2023. El 44 por ciento afirmar haber reducido el tiempo de uso de esas plataformas, mismo porcentaje que lo ha hecho también con el móvil.

